Varas de la Diosa: ¿Qué son y para qué sirven?

Barcelona

¿Has oído alguna vez hablar de las Varas de la Diosa? Son piedras o cristales en forma de punta y con un extremo sutilmente más grueso que el otro, usadas tradicionalmente para la autoexploración.

Y es que para hablar del origen de los juguetes sexuales de forma fálica nos tenemos que remontar a los albores de la humanidad. De hecho, se han encontrado piedras con esta forma, perfectamente pulidas y de unos 20 cm x 3 cm de ancho, datadas del Paleolítico. 

De múltiples materiales - sí, en Oriente Medio se llegaron a elaborar con heces de camellos secas -  y dimensiones, se usaban para el disfrute pero también para rituales de fertilidad y para despertar la energía de la diosa Shakti. 

Aunque los hay más pequeños, de unos 10 cm, el diseño de las Varas de la Diosa como las conocemos en la actualidad, tienen unas dimensiones aproximadas de 15 cm x 3 cm de ancho, tamaño que nos permite acceder a la vagina, masajear los diferentes anillos del canal e incluso acceder a masajear el cuello del útero, donde se almacenan tensiones y memorias.

masaejador de obsidiana negra, vara de la diosa, barcelona

En cualquier caso, las varas pueden usarse indistintamente por los dos extremos, teniendo en cuenta que el extremo más fino ejercerá una presión más punzante y que el extremo más grueso permitirá masajear una zona más extensa. De igual modo, no es necesario introducir la vara por completo en el canal, y se puede usar la parte que queda fuera para sostener la vara cómodamente mientras la usamos.

Son herramientas que nos permiten conectar con nuestro propio cuerpo y con una sexualidad sagrada que nos ayuda a resignificar el vínculo con el placer y liberar memorias y bloqueos al respecto. 

La Vara de Lilith tiene el aliciente de estar hecha con obsidiana negra o dorada, hecho que la convierte en una gran aliada para la sanación sexual. Siendo este un cristal volcánico de efecto rápido y expansivo, al usarlo para el placer podemos liberar energías y memorias estancadas en nuestros tejidos y nuestro subconsciente.

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